![](https://nebuloverso.wordpress.com/wp-content/uploads/2024/06/6a00e54fcf7385883401b8d2646fe4970c-800wi-1.jpg?w=722)
El pollito Federico se perdió mientras recogía margaritas para su mami, ¡cómo lloraba!
En la granja ¡¡¡Alegría Alegría!!!, la gallina Josefina reparó en su ausencia. ¡Se puso muy nerviosa! ¡Cloqueaba desesperada! ¡Por favor, que alguien encontrase a su polluelo!
Los pollitos Paquillo, Marianín y Juanillo el Intrépido echaban de menos al hermanito Federico, ¡juntos hacían muchas travesuras! ¡Por favor, que vuelva ya! ¡Es nuestro bendito!
La gallina Josefina avisó al gallo Manolo de lo que pasaba. El gallo trató de tranquilizar a su amada, asegurándole que él encontraría al polluelo.
Preguntó a los cerdos Benito y Dieguito si habían visto al pollito Federico, pero ni ellos ni la cerda Charito sabían dónde se podría haber metido aquel pequeñín tan pillo que siempre daba los buenos días y saludaba al pasar. El puercoespín Serafín le regaló una rebequita para el frío por si acaso.
El gallo salió de la granja y se adentró en el Bosque Mágico de los Suspiros. Llamó a voces al pollito, pero no obtuvo respuesta. Caminó mucho, atravesó valles, ríos, montañas, laberintos sin final e incluso respondió a los acertijos de un viejo ermitaño muy misterioso. Llegó hasta un enorme muro de hielo, y entonces notó un frío en las pechugas. Agradeció llevar la rebequita.
![](https://nebuloverso.wordpress.com/wp-content/uploads/2024/06/fxvygiyacaeqbzc.jpg?w=1024)
¡Caminantes blancuzcos!, gritó una voz lejana, familiar. El gallo Manolo descubrió, entonces, un ejército de muertos vivientes avanzando sobre las nieves. Gigantes, brujas, trasgos, duendes y otras criaturas igual de increíbles trataban de llegar hasta él armados con lanzas y cachivaches. Por suerte, un gancho rescató al pollo elevándolo por los aires, evitando así que los caminantes blancuzcos lo atraparan y desplumaran. ¡Qué sorpresa se llevó al descubrir que en lo alto del muro un grupo de nutrias irredentas, capitaneadas por el pollito Federico el Bravo, aguardaban con impaciencia para verter sobre el ejército de malutos un sinfín de calderos rebosantes de una sustancia verde, espesa y pringosa, llamada Lephallustein de las Montañas!
Ganaron los buenos, se rindieron los malos, no se derramó ni una sola gota de sangre, todos se hicieron amigos y el gallo y el pollito se abrazaron tiernamente antes de conocer al dragón Joielpuagh el Sabio.
Madre mía, no tiene desperdicio, desde Alan Lee, texto y rap. Me alegraste el sábado, bastante:)
Me gustaLe gusta a 2 personas
A mí me alegra leer tu mensaje, todo un placer generar algo positivo.
Sonrisas.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Ahora sí que se armó la buena. De una feliz granja me pareció estar en «Thriller» de Michael Jackson. Y encima con un dragón amoroso. Total, salió de lo mejor. Un abrazo Joiel.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Reconozco que el dragón es lo mejor de todo. Un grande, el tío. Feliz sábado, caballero.
Fuerza y Honor.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Bueno, te diré que me quedo con la foto de la chica antes que el dragón. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Por esta vez, yo me quedo con el dragón. Es genial, el tío.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Primero leí el título y pensé: Ay Joiel, a ver ahora con qué nos sales… luego la mente como que relacionó el título con «Canción de Fuego y Hielo» (ya sé, soy media lenta), y no pude evitar soltar una carcajada. ¡Qué bueno! Me encantó. Y también el video está genial. Saludos.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Gracias, la épica de los pollos, ya se sabe.
Sonrisas.
Me gustaLe gusta a 1 persona