Canción de pollos y fuego

Arte de Alan Lee

 El pollito Federico se perdió mientras recogía margaritas para su mami, ¡cómo lloraba!

 En la granja ¡¡¡Alegría Alegría!!!, la gallina Josefina reparó en su ausencia. ¡Se puso muy nerviosa! ¡Cloqueaba desesperada! ¡Por favor, que alguien encontrase a su polluelo!

 Los pollitos Paquillo, Marianín y Juanillo el Intrépido echaban de menos al hermanito Federico, ¡juntos hacían muchas travesuras! ¡Por favor, que vuelva ya! ¡Es nuestro bendito!

 La gallina Josefina avisó al gallo Manolo de lo que pasaba. El gallo trató de tranquilizar a su amada, asegurándole que él encontraría al polluelo.

 Preguntó a los cerdos Benito y Dieguito si habían visto al pollito Federico, pero ni ellos ni la cerda Charito sabían dónde se podría haber metido aquel pequeñín tan pillo que siempre daba los buenos días y saludaba al pasar. El puercoespín Serafín le regaló una rebequita para el frío por si acaso.

 El gallo salió de la granja y se adentró en el Bosque Mágico de los Suspiros. Llamó a voces al pollito, pero no obtuvo respuesta. Caminó mucho, atravesó valles, ríos, montañas, laberintos sin final e incluso respondió a los acertijos de un viejo ermitaño muy misterioso. Llegó hasta un enorme muro de hielo, y entonces notó un frío en las pechugas. Agradeció llevar la rebequita.

 ¡Caminantes blancuzcos!, gritó una voz lejana, familiar. El gallo Manolo descubrió, entonces, un ejército de muertos vivientes avanzando sobre las nieves. Gigantes, brujas, trasgos, duendes y otras criaturas igual de increíbles trataban de llegar hasta él armados con lanzas y cachivaches. Por suerte, un gancho rescató al pollo elevándolo por los aires, evitando así que los caminantes blancuzcos lo atraparan y desplumaran. ¡Qué sorpresa se llevó al descubrir que en lo alto del muro un grupo de nutrias irredentas, capitaneadas por el pollito Federico el Bravo, aguardaban con impaciencia para verter sobre el ejército de malutos un sinfín de calderos rebosantes de una sustancia verde, espesa y pringosa, llamada Lephallustein de las Montañas!

 Ganaron los buenos, se rindieron los malos, no se derramó ni una sola gota de sangre, todos se hicieron amigos y el gallo y el pollito se abrazaron tiernamente antes de conocer al dragón Joielpuagh el Sabio.

Publicado por Joiel

Soy un zombie zombi.

8 comentarios sobre “Canción de pollos y fuego

  1. Primero leí el título y pensé: Ay Joiel, a ver ahora con qué nos sales… luego la mente como que relacionó el título con «Canción de Fuego y Hielo» (ya sé, soy media lenta), y no pude evitar soltar una carcajada. ¡Qué bueno! Me encantó. Y también el video está genial. Saludos.

    Le gusta a 2 personas

Deja un comentario

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar