El forense encontró una pequeña flor naciendo entre las vísceras de la niña en la bolsa. Apagó la radio, callaron las canciones.
Trasplantó el brote a una maceta. Enterraron a la niña en un día de sol. No encontraron al criminal. Siguieron investigando.
La flor creció. Tenía los mismos perfumes que María.
-Padre, quisiera formar parte del jardín -dijo la flor al forense a finales de invierno.
Y la flor dejó la maceta donde la regaban cada día para encontrar su lugar en el jardín. Se hizo amiga de las rosas.
El gato de los vecinos le hizo cosquillas.
Crecieron otras flores.
Una tenía un ojo, otra portaba la sonrisa serena, aquella un dedo. Unas cuantas raíces formaron un corazón.
Y la voz de María, tímidamente, comentó:
-Padre, haz un ramo con nosotras. Esta noche queremos ir a bailar.
Pero no bailaron. Las flores visitaron la casa donde María había hallado su final hacía un año.
Tocaron a la puerta. Un cerrojo se descorrió. Asomó una nariz seguida de un espanto.
Cientos de espinas atravesaron al hombre que le había hecho aquello. Después, María regresó con el forense.
Tiempo después, bailaría sobre una tumba.
*
Según cuentan los buenos, el Málaga marcó en el último suspiro y subió a segunda.
NEBULOVERSO 
Muy bueno e impactantes, amigo Joiel. Me gusta como escribes.
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Gracias, un placer leerte tanto aquí como en tus relatos.
Sonrisas.
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¡Dale Joiel…! Excelente 👌
✍️
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Por siempre, caballero.
Fuerza y Honor.
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Muy bueno el cuento.
Tengo una planta de rosa que tiene un perfume exquisito. Me la regaló una amiga, era de su madre que ya falleció.
Será su perfume que perdura en esa rosa?
Buen domingo Joiel.
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Los rosas sienten, puede que el suyo sea otro sentir, desacostumbrado al nuestro, con otros usos y costumbres, pero a la vida, flores, plantas, comprensión.
Sonrisas.
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Una hermosura de historia. Solamente le faltan unos enanos murcianos para ser perfecta.
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Los enanos siempre están, testigos silenciosos de todos mis cuentos, benditos sean ellos.
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Hiciste que recuerde que debo regar mi plantita. Sonrisas
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Cuidado con los cactus, si los hay, algunos son muy vengativos. Regar es buena cosa, dar vida y recibir belleza a cambio.
Sonrisas.
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Estimado amigo, ya sabe usted que soy su fan incondicional. El cuento está excelentemente escrito y llega a lo profundo del corazón. Sin embargo veo que en pocos días es el segundo relato con una niña víctima de malos tratos y preferiría que los agresores fueran fulminados por un rayo jöielino en el instante mismo de comenzar a pensar sus maldades, así evitamos funerales de inocentes.
Por lo demás le deseo una muy buena semana, a ser posible con limonada y sin grandes sudores.
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Las historias no me preguntan antes de nacer, yo solo soy quien les da una voz.
Además, aborrezco de toda clase de violencia, soy más de hablar con las flores, la Pachamama, el amor, la solidaridad, esas cosas.
Por lo demás, disfrute usted de la última semana del mes en todo su esplendor. Julio comenzará un lunes día 1, como Dios manda.
Sonrisas.
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Un crimen terrible que se transfigura en un ramillete de flores y se toma la venganza por sus espinas. Es lo justo.
Esa mezcla de relato negro y poesía me resulta fascinante, no te pases a la Pachamama (lo he tenido que consultar en Google) mejor cultivar el lado oscuro.
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Ni fumo, ni bebo, ni me drogo. Todo en mí es puro y luminoso. Un día de estos me animaré con la oscuridad que mora en mí.
Sonrisas.
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